Una
visión crítica de la Globalización y la concientización de una lealtad perdida
en el Arte del TaeKwon-Do
La lealtad y el honor van juntos, de la mano,
y en las practicas de las Artes Marciales es el mejor medio para encontrar
estas conductas. Los formidables guerreros conocidos como los Samurais, son
actualmente ejemplos de dichos actos. Literalmente la palabra “Samurai”
significa “aquel que sirve”. En el desarrollo de esta nota se comprenderá mejor
la idea de este significado.
Hace tiempo que el TaeKwon-Do está sufriendo la
carencia de estas cualidades, ya que en este mundo globalizado y en donde “todos
saben de todos” y los secretos ya no son secretos, la lealtad y
el honor quedaron relegados a un simple acto tradicional de épocas remotas; hoy
prácticamente esta “moral” no es tenida en cuenta en ninguno de nuestros actos
de nuestro ámbito social.
En esta época, se ve como los “alumnos” y “practicantes”
de TaeKwon-Do dejaron de ser leales al Arte, al Instructor, a su Maestro, como
así también para con sus compañeros y amigos. Hoy en día ya no se enseña que es
ser leal, tener palabra, ser honesto, y esto
es debido a que también los “Maestros” ya se “olvidaron” de enseñar estas cualidades,
están cambiando al “Artista Marcial por el deportista tradicional”, pero
también se entiende que “no se puede dar lo que no se tiene” “no se puede
enseñar lo que no se entiende”.
Muchos de “los Practicantes” van sin rumbo
tomando para si lo que solo les conviene, el individualismo y el egocentrismo
tomaron posesión de ellos. Estamos viviendo un TaeKwon-Do en la cual el
competidor, no busca ganar, sino más bien, figurar, alimentar su ego, y no le
interesa nada del Arte del TaeKwon-Do. No hay mayor acto que el dar la vida por
otro ser humano. ¿Acaso no saben que en la vida hay que hacer trabajos que aun
no les conviene y que los tienen que realizar por respeto o por lealtad hacia
otro? Es muy común ver como los practicantes cambian de Maestro y de grupos solo porque alguien “les vendió unos espejitos
de colores”. Ya no se ve una “lealtad” hacia el Maestro, tampoco un respeto
hacia el “Arte Marcial” es mas, cambian de Maestro como si se cambiaran de
ropa, cambian de Dojang, como si se cambiaran también de una catedra en una
facultad y no piensan que están siendo deshonestos con aquellas personas que
tuvieron confianza en ellos cuando nadie les daba aliento; esto pasa muy a
menudo con los practicantes “estrellas” entablan relación con el instructor que
más le convenga a la ocasión; en cuanto a
los infantiles, estos, están condicionados muchas veces por lo padres
que creen (por simple ignorancia de la actividad) que un profesor mas graduado
le puede enseñar mejor (Que poca memoria tienen estos hacia quien le enseño lo
que es el tkd desde el principio no?)
Muchos migran hacia otros lugares porque se
olvidaron de que tienen una responsabilidad y una lealtad hacia su maestro, con
sus compañeros y amigos del dojang. El Taekwon-Do no enseña estas conductas,
enseña responsabilidad, tanto en el entrenamiento físico como en las actitudes que
mueven a la persona “a través de los principios del TKD” a ser integras y
respetuosas, y es por eso que la lealtad y el honor van perdiendo fuerzas. (Un
ejemplo común: “El instructor no tiene porqué repetirle a su alumno que traiga
el Dobok como se debe”; el alumno ya sabe cómo debe de presentarse al dojang.
El alumno no hace lo que es lo correcto, y esto es Falta de respeto!)
La pregunta obligada sería: Por qué ya los
practicantes no siguen a su Maestro, o al Arte hoy en día?
La respuesta es sencilla: por dinero, por lo
material, y fundamentalmente por la falta de querer seguir aprendiendo. “Lo de
uno siempre es lo primero”. En esta premisa no hay lealtad, no hay honor, lo
hay solo cuando uno deja de ser o tener lo que es de uno y lo brinda al otro, no
importando el costo de su sacrificio, porque sabe que es lo correcto, y eso
también es llamado “amor”. Dejar el ego a un lado y reconocer que todavía falta
mucho por aprender.
Estas son unas de las razones por las cuales los
practicantes faltan a sus clases, no quieren competir, no quieren rendir sus
exámenes, no esto, no aquello, y es porque hay una falta de lealtad al Arte y
al Maestro. Siempre tienen algo más importante que hacer, y que es “la propia
pereza”.
Los padres influyen en las decisiones de sus
hijos, y no les enseñan que hay que ser agradecidos con aquellos que están o
estuvieron colaborando con ellos. Hay casos en que el alumno infantil no viene
más a entrenar y ni siquiera el padre o madre vienen a comunicarle al maestro
esta decisión, y esto es una verdadera falta de respeto. -Los padres dirán “para
que avisar?”- (el respeto se comienza por la casa).
No hace mucho las personas se miraban a los
ojos y se estrechaban las manos para cerrar un trato, o más aun, la palabra era
más que suficiente para cerrar un tratado, cualquiera sea; Esto es porque había
una confianza, un honor y una lealtad en la palabra de uno. Esta escrito: “…y que
vuestro si sea si y que vuestro no sea no…” y esto es suficiente.
La presente nota no busca enseñar acerca de
lecciones morales o éticas, sino mas
bien de llamarles la atención para que la
lealtad al Maestro, al Arte y a las personas de nuestra confianza, se sigan
practicando, y es este nuestro deber
como estudiantes de Taekwon-Do, seguir
fomentando la palabra, el honor y la lealtad para “construir un mundo
mejor y mas pacifico” ya que…. “Se conocen a las personas por sus actos”.
1 comentario:
muy buena nota
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